Lo más demandado son servicios de ingeniería, construcción y/o operación y mantenimiento en siete sectores estratégicos: petróleo y gas, transportes, energía, industria, saneamiento, edificación e infraestructura deportiva.
Las necesidades logísticas del país, así como la política de inversiones de los últimos Gobiernos, han atraído a los grandes actores mundiales del sector: países desarrollados, con infraestructuras avanzadas y capacidad técnica que quieren aprovechar su know how para hacer negocios en Brasil. Estos son, entre otros, Estados Unidos, Corea del Sur, Francia, Italia, el Reino Unido y Alemania. Otro caso es el representado por China, el primer exportador de servicios de construcción del mundo, que cuenta con empresas con menor experiencia en el sector pero que ofrecen unos precios difícilmente igualables. En cuanto a España, la imagen que tienen las autoridades brasileñas es la de un competidor de calidad, con interés en convertirse en un socio estratégico a largo plazo. Brasil cuenta con un buen tejido empresarial en el sector. Son empresas grandes, con buenas capacidades técnicas, que están centradas en el país y no tienen una gran actividad internacional. Representan la mayor competencia para las empresas españolas, aunque hay ramos tecnológicos que aún no dominan.